A LA VENTA MI ÚLTIMA NOVELA, LA CASONA DEL INDIANO
EN BREVE SALDRÁ PUBLICADO MI SEGUNDO POEMARIO TITULADO ESOS DÍAS AZULES

jueves, 30 de abril de 2020

Poemario "101 Haikus" en la plataforma digital Lektu


Mi último libro de poemas, 101 Haikus, ya disponible en descarga gratuita en la plataforma digital Lektu.

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https://lektu.com/l/francisco-j-segovia/101-haikus/13475

lunes, 27 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 32

Relato publicado en el periódico digital Irreverentes.org:

https://periodicoirreverentes.org/2020/04/27/como-salvar-al-mundo/

lunes, 20 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 31

Relato publicado en el periódico Irreverentes.org:

https://periodicoirreverentes.org/2020/04/20/llegaron-desde-la-oscuridad/

sábado, 18 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 30


RAPTO DE SOL





¿Y el sol? ¿Dónde se ha escondido? Dicen los espíritus de la primavera que un duende travieso lo atrapó un buen día y se lo llevo a su escondrijo en las entrañas de la tierra. “Para tener luz en mi hogar”, comentan que murmuró.

            Las hojas siguen ausentes de los árboles, y los hongos surgen allí donde deberían haber brotado las flores. El invierno vuelve otra vez, cubierto por cielos graníticos y húmedos. La nieve se envalentona y avanza lamiendo los costados de las montañas, y el trinar de los pájaros ha dado paso al sonido de la lluvia que repiquetea sobre el asfalto.

            El duende, que no es mala persona sino atrevido y niño donde los haya, sigue encandilado mirando un sol colgado en la pared de su cueva. Sonríe como nunca antes lo había hecho y deja pasar las horas, callado y pensativo, mientras compara la luz que ahora disfruta con la sempiterna penumbra que ha sido su compañera toda la vida.



            Fuera, las tinieblas permanecen, crecen, y ahogan. Alguien grita pidiendo luz, más luz. ¿Oirá el secuestrador los gritos de súplica?


lunes, 13 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 29

Relato en el periódico digital Irreverentes.org:

https://periodicoirreverentes.org/2020/04/13/vuestros-agradecidos-herederos/

sábado, 11 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 28


RAPTO DE SOL





¿Y el sol? ¿Dónde se ha escondido? Dicen los espíritus de la primavera que un duende travieso lo atrapó un buen día y se lo llevo a su escondrijo en las entrañas de la tierra. “Para tener luz en mi hogar”, comentan que murmuró.

            Las hojas siguen ausentes de los árboles, y los hongos surgen allí donde deberían haber brotado las flores. El invierno vuelve otra vez, cubierto por cielos graníticos y húmedos. La nieve se envalentona y avanza lamiendo los costados de las montañas, y el trinar de los pájaros ha dado paso al sonido de la lluvia que repiquetea sobre el asfalto.

            El duende, que no es mala persona sino atrevido y niño donde los haya, sigue encandilado mirando un sol colgado en la pared de su cueva. Sonríe como nunca antes lo había hecho y deja pasar las horas, callado y pensativo, mientras compara la luz que ahora disfruta con la sempiterna penumbra que ha sido su compañera toda la vida.



            Fuera, las tinieblas permanecen, crecen, y ahogan. Alguien grita pidiendo luz, más luz. ¿Oirá el secuestrador los gritos de súplica?

viernes, 10 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 27


CAMISAS PARDAS, CORAZONES NEGROS



Llegaron desde la oscuridad, con sus camisas pardas ocultas tras la chaqueta y la corbata. Vinieron de nuevo de entre las tinieblas, trayendo en sus alforjas los mismos odios, la ira contenida, los pájaros de la muerte.

            Millones de voces muertas lloraron en el silencio del olvido. “No existimos jamás”, murmuraron con sus bocas cerradas, embutidos en sus trajes rayados de blanco y azul. Envueltos por el mismo gas que acabó con ellos, consumidos por las mismas llamas de los hornos que los convirtieron en polvo, los muertos olvidados lloran con ojos ciegos.



            Sobre una fosa común alguien ha puesto una rosa. El nieto de aquel hombre asesinado por ser hombre, abuelo ahora a su vez, sabe que “el trabajo no hace libre a nadie”, y que los látigos y las pistolas nunca harán mejor a la humanidad. Pero las camisas pardas no entienden de inteligencias, abominan de la palabra “cultura” y enarbolan banderas negras.

            ¿Dónde estás, abuelo? Las alambradas de púas no responden, y vibran un breve instante al compás del viento. ¿Qué pecado cometiste? Los barracones, con sus puertas abiertas que muestran camastros vacíos, no responden. ¿Por qué lo hicieron? Las chimeneas de los hornos crematorios, ahora apagadas, parecen querer decir, con sus dedos de cemento señalando al cielo, que quizá allí arriba tampoco lo sepan.

            El viento arrastra la rosa y la introduce, paradojas del destino, en la boca abierta de uno de los abandonados hornos.

jueves, 9 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 26


INICIO Y FINAL



            Buscaba saber qué diferencia había entre un camello y un dromedario. Hizo clic, y aparecieron imágenes y textos. Curioso, pinchó un enlace. Clic, y Lawrence de Arabia lo miró a los ojos, con su turbante blanco y sus labios sonrientes. De nuevo hizo clic en otro enlace, que aparecía casi escondido. Un niño de mirada triste lo observaba, envuelto en un pañuelo blanquinegro. Leyó historias que conocía superficialmente, y se olvidó del dromedario y del camello. Ahora veía pueblos de adobe, blancos y castigados por el sol, y dramas que encogían el corazón. El clic se hizo más pausado, y su alma se aceleró. Cada uno de los movimientos de sus dedos de la mano derecha lo introducían más y más en una vorágine de datos y cifras que le dejaron perplejo. Sintió mareos, y ganas de vomitar. Hizo un último clic: allí, en esa página que visualizaba aparecía, por fin, un animal de una joroba que llevaba sobre su lomo a una chiquilla de negros cabellos y mirada infinita. Pero ya había dejado de interesarse por los camélidos.

miércoles, 8 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 25


EL MÁGICO VIAJE

            Soy John Wayne en lo alto de la diligencia, y soy un ciudadano del pueblo ascendiendo la escalera de Odesa. Después aparezco a las puertas de Júpiter, con destino a las estrellas. Luego me encuentro en un pequeño apartamento, donde salvo a una chica desesperada a punto de suicidarse. Más adelante –o atrás, da igual- descubro gorilas gigantes que aúllan su soledad a los cielos, y robots anunciando el fin del mundo tal y como lo conocemos. Un hombre con el rostro cubierto por una máscara negra me dice al oído: ven al lado oscuro. Sonrío, y le respondo que soy un hombre de principios, pero que puedo cambiarlos por otros. Escucho un sonido a mi espalda, y sé que ella está allí detrás, girando su cabeza de forma imposible, poseída por el mal en su esencia pura. Pero como viene, se va, y quedo solo en mitad de un planeta habitado por simios, o por dinosaurios. Finalmente, cuando todo acaba y vuelve la luz, mi madre empuja mi silla de ruedas y salimos fuera.  Desde que caí enfermo y quedé tetrapléjico, viajo por el mundo a través de la gran pantalla de este cine de barrio.

martes, 7 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 24


EL GRÁVIDO PAISAJE



Estas nieves que encanecen el paisaje. Estas lluvias que lloran un invierno de agonía. Esa brisa que recorre cada esquina de cada calle de la ciudad deshabitada. Un árbol enquistado entre el cemento y el asfalto. Un mendigo roto dentro de una jaula de cristal. Treinta coches exhalando humos de tabacos imposibles. La hoja de un periódico vuela con sus tragedias y sus miserias.

            Una alarma canta con monotonía la violación de una reja. El autobús de las siete se llena de caras tristes y frías. Hay ojos que no miran, y hay miradas que carecen de vista. Los muertos se acumulan en la memoria de los peces.

            Sueños, miserias, y el final del arco iris está justo al lado de la subdelegación del gobierno. En el cielo, cuatro nubes revoltosas se agitan impacientes. Un paraguas bosteza, otro le sigue y un tercero permanece dormido. Las calles aún contienen las lágrimas del ayer.

lunes, 6 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 23

Relato en el periódico digital Irreverentes.org:

https://periodicoirreverentes.org/2020/04/06/nexo-de-union/

domingo, 5 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 22


ARTISTA



            Mis manos agitan sus dedos, se desentumecen, se arrastran por la mesa y llegan hasta el ordenador. Lo encienden. Mis manos, ansiosas por trabajar, comienzan a teclear con velocidad insuperable, y la historia se desmadeja poco a poco en el papel luminoso de la pantalla.

            Son Ellas, y no yo, quienes poseen el intelecto. Yo, el resto del cuerpo, en suma, no soy más que una pesada carga que les sirve para mantenerlas con vida. Quisiera cortármelas, para no depender más de ellas y librarme de su esclavitud… pero pienso que, quizá, entonces me convierta en un mero vegetal.

            Ellas lo saben y por eso han escrito esta historia.

sábado, 4 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 21


NOVENTA Y NUEVE PALABRAS



            Una, dos, tres… las palabras se acumulan, pero mi boca no se atreve a pronunciarlas, mi garganta se reseca, y mi lengua pesa como losa de sepulcro. Te miro, en silencio. Si fuera mudo no podría decir menos de lo que te digo ahora ¡tan locuaz que era hace apenas unos días. Tú respondes a mi mirada con ojos vacuos y el cuerpo tenso. Las lenguas imaginan frases que no se expresan. En el silencio te alejas y pierdes de forma definitiva tras la última esquina de la calle. Nos faltaron las palabras de disculpa.

viernes, 3 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 20


SUR CONTRA NORTE



            Pensaban que la siguiente guerra se desarrollaría de forma diferente a todas las anteriores, pero que ellos saldrían vencedores, como siempre había sucedido. Se equivocaron en la segunda de las dos conclusiones, porque el resultado no fue el que esperaban: fue una guerra diferente, por supuesto, donde no importaban los países, ni las fronteras, ni las razas. Fue una guerra del hambre, de pobres contra ricos, de mera supervivencia. Fue una guerra de clases, que ya preconizara Marx, llevada hasta sus postreras consecuencias. Y no terminó hasta que el último de los banqueros no acabó colgado por las tripas del último de los jerarcas del capital y se dio cuenta, mientras agonizaba, de que habían fallado en sus cálculos y ellos no eran los vencedores.

jueves, 2 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 19


EL PAISAJE DORMIDO



            A través de las imágenes que me proyecta la pantalla vuelvo al lugar de siempre, viejo conocido. Un clic tras otro, las fotografías de la montaña van cambiando, vistas desde diferentes ángulos, en distintas épocas del año, con colores brillantes o en ocres apagados. La antigua y serena montaña sigue ahí: aquella amiga a la que conocía hace muchos años, cuando yo era joven y ella, señora de milenios. ¡Ya no podré escalarte de nuevo, amada, pero quedan los clics de la mano diestra sobre el ratón bullicioso! Una vez tuve tu alma, ahora sólo una imagen, breve, fugaz. ¡Ay, pero sin este clic, apenas tendría un recuerdo, casi nada!

miércoles, 1 de abril de 2020

Historias para superar una crisis, 18

Ya disponible, mi último libros de relatos en la plataforma digital Lektu:

https://lektu.com/l/francisco-j-segovia/el-verano-en-lisboa-y-otros-relatos/12959