LUJURIAS
I
Sed de amor,
y morir de sed.
Sed de ti, diosa humana,
de tu hálito, de tu mirada,
del bosquejo de tus huellas.
Sed de amor,
y sed de ti.
De tu voz que atrae mis oídos,
de tus pasos que marcan los caminos
por donde habito.
Sed y más sed,
y siempre de ti.
De tu cuerpo que condena mi alma,
de la mirada que toma mi calma
y la transforma en incendio.
Siempre sed de ti,
y jamás saciado.
De tus suaves ademanes,
de tus ojos desafiantes
que enturbian mi mirada.
I
Sed de amor,
y morir de sed.
Sed de ti, diosa humana,
de tu hálito, de tu mirada,
del bosquejo de tus huellas.
Sed de amor,
y sed de ti.
De tu voz que atrae mis oídos,
de tus pasos que marcan los caminos
por donde habito.
Sed y más sed,
y siempre de ti.
De tu cuerpo que condena mi alma,
de la mirada que toma mi calma
y la transforma en incendio.
Siempre sed de ti,
y jamás saciado.
De tus suaves ademanes,
de tus ojos desafiantes
que enturbian mi mirada.
(Poema seleccionado y publicado en el libro "Dos palabras de Amor", de la Asociación Itimad, Sevilla, 2007) ©Francisco J. Segovia.
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