HIMNO A LOS QUE PERDURAN
No, camaradas, jamás,
no hay que llorar a los muertos
sino levantar los puños
con nuevos bríos y alientos,
para decir que existimos,
que no nos devoró el tiempo,
por la justicia vivimos
y exponemos nuestro cuerpo
hasta el final de los días,
que comience la era nueva,
en la que las utopías
sean historia longeva.
No, camaradas, jamás,
claro miremos al frente,
con orgullo, sin temor,
que la razón nunca miente.
No, camaradas, jamás,
no hay que llorar a los muertos
sino levantar los puños
con nuevos bríos y alientos,
para decir que existimos,
que no nos devoró el tiempo,
por la justicia vivimos
y exponemos nuestro cuerpo
hasta el final de los días,
que comience la era nueva,
en la que las utopías
sean historia longeva.
No, camaradas, jamás,
claro miremos al frente,
con orgullo, sin temor,
que la razón nunca miente.
Francisco J. Segovia©Todos los derechos
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