SUEÑOS DE LA SINRAZÓN
¡Oh, sueños de la sinrazón que producen los monstruos! ¡Desvaríos que se convierten en ley y norma a cumplir! El viento sopla muy fuerte en estos páramos, y no sé qué hacer, qué decir, dónde refugiar mis instintos.
Mis ideas están desnudas, desprotegidas frente al caballero negro que blande la espada flamígera del poder y la imposición. Esto no es el paraíso, no al menos para mí. La noche oscura se adelanta en el tiempo, mil infantes más mueren de hambre, y un ave de metal arroja sus entrañas de muerte sobre una aldea miserable.
¡Oh, sueños de la sinrazón que producen los monstruos! Los sensatos dirimen, en asientos de terciopelo, cuál ha de ser nuestra sensatez, a pesar de que la razón se niega a admitirla. El cielo ve caer sus estrellas, y no hay futuro, sólo la oscuridad del deseo silenciado, el pesimismo de los desesperados, la tristeza de las viudas y los huérfanos.
Mis ideas están desnudas, desprotegidas frente al caballero negro que blande la espada flamígera del poder y la imposición. Esto no es el paraíso, no al menos para mí. La noche oscura se adelanta en el tiempo, mil infantes más mueren de hambre, y un ave de metal arroja sus entrañas de muerte sobre una aldea miserable.
¡Oh, sueños de la sinrazón que producen los monstruos! Los sensatos dirimen, en asientos de terciopelo, cuál ha de ser nuestra sensatez, a pesar de que la razón se niega a admitirla. El cielo ve caer sus estrellas, y no hay futuro, sólo la oscuridad del deseo silenciado, el pesimismo de los desesperados, la tristeza de las viudas y los huérfanos.
Francisco J. Segovia©Todos los derechos
3 comentarios:
En unos días de tanta sinrazón, el lamento viene muy al caso
Abrazos mesetarios
Rafa
Reflexivo y buen texto,
un placer pasar a leerte.
feliz semana.
Rafa, Ricardo, gracias a vosotros por seguir leyendo este modesto blog.
Un abrazo
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