GLAUCO SILLÓN
Glauco sillón este en el que
-algo indeciso-
alojo mi púdico trasero;
en el que creo historias,
mis fobias espanto
en el entreacto
acontecido durante una mañana cualquiera.
Voraz sincero,
asemejan sus pies esféricos
silla de inválido,
escuálido de los suelos
resbalando a impulsos dorsales.
Amo y esclavo,
soez masa e intransigente caballo;
zaino acompañante que escapa,
a un revuelo de la razón,
veinte centímetros a parte alguna.
Sin duda,
su aterciopelado cuerpo desprende,
monótono y absurdo,
mefítica angustia.
Francisco J. Segovia©Todos los derechos
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2 comentarios:
Tiene tu sello este poema.
Intransigente caballo; zaino acompañante que escapa a un revuelo de la razón.
Eres genial. No me extraña que te den tantos premios. Abrazos
Saludos, Milagros:
los sillones con ruedas tienen eso... que se escapan a la menor oportunidad.
Besos
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