AMARILLOS
A Elena Martín Vivaldi
Amarilla es la luz, amarillo el viento,
amarilla es esa inquietud que presiento.
¡Ay! Veo mi espíritu casi encerrado,
apenas vivo, árbol de tronco sesgado.
Loco voraz, infeliz poema y sueño,
vasallo sin lugar, sin posible dueño,
bajel lleno de ahogados, isla desierta,
cabaña de fuego por hielo cubierta,
añorando pesadillas no compartidas,
febril pensamiento, alma y mente partidas:
toda palabra es única, soledad,
luces, sonido, agua, amarillo, verdad.
¡Ay! Quiero ver con otros ojos. Mis manos...
mis manos ansían sed de amor, humanos
deseos en un lugar donde, infinita,
esa angustia corrosiva en mí habita.´
A Elena Martín Vivaldi
Amarilla es la luz, amarillo el viento,
amarilla es esa inquietud que presiento.
¡Ay! Veo mi espíritu casi encerrado,
apenas vivo, árbol de tronco sesgado.
Loco voraz, infeliz poema y sueño,
vasallo sin lugar, sin posible dueño,
bajel lleno de ahogados, isla desierta,
cabaña de fuego por hielo cubierta,
añorando pesadillas no compartidas,
febril pensamiento, alma y mente partidas:
toda palabra es única, soledad,
luces, sonido, agua, amarillo, verdad.
¡Ay! Quiero ver con otros ojos. Mis manos...
mis manos ansían sed de amor, humanos
deseos en un lugar donde, infinita,
esa angustia corrosiva en mí habita.´
Francisco J. Segovia©Todos los derechos
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