Cuatro micorrelatos de mi autoría, para este fin de semana:
OÍDOS QUE NO VEN
Era en ese lugar, donde acaba la carretera y comienzan las alambradas. Pero en el pueblo nadie sabía nada de lo que allí ocurría. Esa es la verdad. Sí, creímos escuchar disparos, y gritos de dolor, pero estaban lejos... y, además, no eran de los nuestros.
EL ÁNSIA
La quería tener junto a él para acariciarla, besarla, amarla con pasión desenfrenada. La observaba a hurtadillas, sin atreverse a más. Una tarde de otoño, cuando anochecía, dio el paso decisivo. Por supuesto, su amor fue breve. Aun así, lloraba mientras enterraba su cuerpo junto a las otras.
POR AHÍ
Dejó todo olvidado cuando se marchó. Incluso su alma, que quedó colgada en una percha del armario.
TUS OJOS AZULES
Tus ojos son azules como el firmamento, como el mar infinito. Tan azules que me pierdo en ellos, víctima de tus naufragios. Por eso, para evitar ahogarme, te los he arrancado y escondido en el desván.
2 comentarios:
Buenos Francisco. El primero me gustó especialmente, con ese final, no son de los nuestros...
Estoy esperando que me traigan tu novela..ya con ganas.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Gracias, Indio:
Ese micro es una historia que dice lo que pasa y por qué pasa.
Espero que te guste la novela. Ya me dirás.
Un abrazo
Publicar un comentario