Reseña: Entrevista con el fantasma, de Eduardo Moreno Alarcón, Editorial Autores Premiados, 2015

UNA NOVELA CORTA CON UN ENCANTO ESPECIAL

            Cuando se lee Entrevista con el fantasma se entiende, perfectamente, que haya sido finalista en el VIII Premio de Novela corta Encina de Plata. La novela de Eduardo Moreno Alarcón rezuma buen gusto literario, prosa magnífica y una historia perfectamente hilvanada y muy divertida.

            Uno quizá espere, por el título, una historia truculenta, o con ribetes siniestros. No es así. Eduardo Moreno trenza los hilos de una trama mitad dramática, mitad humorística, con una ironía narrativa digna de las mejores plumas. Entrevista con el fantasma engancha desde el principio, sorprende conforme avanza, y nos hace esbozar una amplia sonrisa cuando finaliza. Y todo, sin perder ritmo narrativo y con un uso del lenguaje, repetimos, espléndido, muy inusual en este mundillo literario donde abunda lo vulgar y lo anodino.

            Eduardo Moreno Alarcón dibuja con pericia a los protagonistas de Entrevista con el Fantasma, desde un aburguesado Hilario Mendoza, hasta una particular exnovia –no podemos desvelar más de la trama a riesgo de destruir el interés por la obra-, entremetiendo a fulanas de altos vuelos y mentecatos que solo tienen dinero a espuertas para derrochar y comprar voluntades. Y, también, a madres obsesivas y posesivas, tan queridas y, a veces, tan amablemente odiadas.

            Encontrar autores como Eduardo Moreno, y obras como Entrevista con el fantasma, nos hacen reconciliar con el oficio de escritor. Del de siempre, el artesano de las palabras, trabajador incansable, contador de historias, maestro de la ceremonia de las letras, escultor de una novela redonda. Un objeto casi desaparecido en la actualidad pero que aún pervive en las manos y el trabajo dignísimo y encomiable de escritores de la talla de Eduardo Moreno, que no deberían faltar en la biblioteca de cualquier buen aficionado a la narrativa.

            Encuentros con el Fantasma no defrauda, está de más decirlo después de los párrafos anteriores, porque es una narrativa de calidad, fluida, divertida, contundente en muchas partes de la obra. Y porque se atisba entre sus líneas una maestría que augura grandes éxitos en el futuro a Eduardo Moreno, del que esperamos leer próximamente más obras de su autoría.      

            La obra forma parte de la colección Encina de Plata, de la Editorial Autores Premiados, y fue finalista del VIII Premio de Novela Corta Encina de Plata.

Francisco José Segovia Ramos

Junio de 2016