DUEÑO
DEL MUNDO (1904)
El regreso de Robur el
Conquistador
Continuación, 18 años después,
de Robur el Conquistador. Esta vez tripulando el Espanto, una suerte de nave
multiusos capaz de volar, correr por tierra, navegar y sumergirse.
La historia, sin embargo, peca
de simplista. Se nos van presentando acontecimientos extraordinarios que no
tienen explicación lógica hasta que el detective protagonista logra descubrir a
su autor, Robur.
Verne no aprovecha la ocasión
para hablarnos más del misterioso personaje, ni detallar los entresijos del
formidable aparato de su invención. El final, además, no es muy convincente y
parece más propio de un autor deseoso de terminar su obra que de cerrar con
acierto la misma.
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