Reseña de Hijo de un
dios caníbal, de Juan Alcudia, Ediciones Atlantis, 2014.
NUEVE RELATOS PARA ABRIR LAS CARNES Y CONMOVER EL ESPÍRITU
Hijo de un dios caníbal recoge, en palabras de su
propio autor, nueve historias que se dividen en dos bloques; uno hace más
hincapié en lo visual, en la carne y la sangre, y el otro incide en la psique,
en el terror psicológico. Y esa presentación de Juan
Alcudia se cumple al pie de la letra –nunca mejor dicho- en este libro
antológico.
El
lenguaje es directo, conciso y sin obviar detalles. Juan
Alcudia nos lleva a donde quiere en cada momento, incluso revolviendo
nuestras entrañas con sus historias que, por otra parte, se tejen a nuestro
alrededor y nos envuelven de forma casi asfixiante, con tramas oscuras,
pegajosas como la sangre, terriblemente embriagadoras y, siempre, con finales
imprevistos. Uno puede llegar a identificarse plenamente con los protagonistas
de muchos de esos relatos, a pesar de que, a veces, son los verdugos y no las
víctimas o ¿no será que Juan Alcudia, en un
acto consciente, convierte a las unas en otros y viceversa? Esta duda nacerá en
el lector y le acompañará en toda la obra.
Hay
reminiscencias de autores como Stephen King en los relatos de Juan Alcudia, pero con su toque personal, muy
delicado, donde se perciben sus amplios conocimientos en muchos campos. De
hecho, cada historia viene a desarrollarse en un entorno diferente, en una
época distinta, con unos personajes que actúan por motivos diversos, sin que se
repitan situaciones, aunque el terror siempre está presente en alguna de sus
facetas. En Hijo de un dios caníbal cada relato
es un mundo en sí mismo, casi diría que podrían convertirse en novelas, de tan
intensos que son.
Sobre
las narraciones en concreto, hay historias de venganza –donde víctima y verdugo
se confunden muchas veces, como ya he venido a decir-, casas malditas, o
maldecidas por culpa de sus habitantes, hombres y mujeres consumidos por sus
deseos e inquietudes, asesinos que se confiesan sin remordimientos, árboles
centenarios y toriis ominosos… Pero nada desentona, y el conjunto es dignísimo
exponente de la nueva literatura de terror que se escribe en el país. Juan Alcudia es un magnífico representante, que
muestra todo su brío narrativo en este libro.
Para
finalizar añadiré que el relato que da nombre al conjunto de la obra, Hijo de un dios caníbal, es de lo mejor que he tenido
ocasión de leer en muchísimo tiempo. Está a la altura de los más encumbrados
escritores del género, y es una muestra palpable de que tenemos ante nosotros a
un autor con un buen presente y un más que espléndido futuro. Tiempo al tiempo.
Hijo de un dios caníbal ha sido publicado por la Editorial Atlantis a finales del año 2014.
Francisco José Segovia Ramos
Junio de 2015
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