DECADENCIA
He mirado con
ojos abiertos de par en par,
desnudo de
armaduras,
y no ha sido
difícil descubrir la herrumbre
en las
fachadas
de la
Modernidad.
La carne se
pudre en los estercoleros,
los peces
muertos nadan sobre las corrientes
de mares de
plástico,
la fruta crece
hinchada de sol y agua
ausentes,
la máquina
devora su propio cuerpo.
He visto que
la comida se vuelve arte
y a unos niños
desnutridos derrotados
en las calles,
y las
pasarelas cubiertas de cadáveres
vestidos,
y los desnudos
cuerpos fusilados
en las cunetas.
Las piedras de
las canteras van manchadas
de sangre
inocente,
las cuevas
exhalan el último aliento
de un niño
aplastado por la roca,
los telares
dibujan arañas hermosas
que chupan la
sangre
de virginales
doncellas violadas.
El móvil
suena,
crítico
instante de aislamiento ufano,
nada cambia
para mejor,
nada cambia.
Francisco J. Segovia©Todos los derechos
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