HABLANDO CONMIGO MISMO
A veces me descubro hablando a solas
conmigo mismo,
sin entender lo que me digo.
Deshago el camino y me murmuro,
entre paso y paso,
que ese no es el sitio, o la hora,
sin convencerme a mí mismo
de lo que me explico.
Hablo a dos, a tres voces,
me contesto y replico,
inútilmente.
Soy incapaz de convencerme
a mí mismo,
impenitente contradictorio,
que no va, ni viene,
sino todo lo contrario.
A veces me llamo al orden,
y me digo, al del otro lado,
que ya está bien,
que nos callemos,
que no parece ser sano eso de desdecirme
a mí mismo
cada día, cada noche,
en una inacabable lid.
Pero es inútil.
Ya lo afirmo desde ahora.
Seguiré hablando conmigo mismo,
como un desconocido,
o un enemigo,
o un amor delirado,
o un alienígena remoto,
o un loco que camina hablando
conmigo mismo.
Francisco J. Segovia©Todos los derechos
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