MATAR A UN DICTADOR
Matías miró a su
socio, Esteban. Luego volvió a contemplar el artilugio que acaban de terminar
tras muchos años de trabajo y que, de funcionar, les haría viajar en el tiempo.
Quedaba realizar una prueba contundente. Habían acordado que él sería el primero
en probar la máquina, y ya la había programado para un lugar, y una fecha. -Iré atrás en el tiempo –dijo a Esteban,
mientras se introducía en la cabina aislante- hasta la infancia de Hitler y…
-extrajo una pistola de su bolsillo- entonces lo mataré. No habrá segunda
guerra mundial, ni holocausto, y cincuenta millones de vidas se habrán salvado
a cambio de una sola – sin tiempo para esperar la respuesta de su asombrado
compañero, pulsó un botón. Todo se desvaneció a su alrededor. Apareció en unos
viejos almacenes de Linz, en Austria, que sabía abandonados por estudios
previos de mapas de la época, y que estaban cerca de la vivienda del joven
Adolf. Pronto localizó el domicilio donde vivía con su familia. Quedaba esperar
a la noche y, protegido por las sombras, ir al domicilio de su víctima y
matarla. Horas después le resultó fácil forzar la cerradura, penetrar en el
dormitorio del chico y disparar sobre él. El resto fue una huida calculada
hacia el almacén. Al meterse en la cabina y pulsar el botón rojo de regreso se
sintió tranquilo y satisfecho a pesar del asesinato cometido.
-Hola, Matías
– el tono de voz de Esteban, sin embargo, era distante, frío, casi amenazador.
Estaba rodeado de una docena de hombres que vestían de negro.
-¿Qué macabra
broma es esta? – preguntó Matías cuando comprobó que los uniformes de los
desconocidos eran los de las temibles SS de Hitler.
-Bienvenido
al nuevo presente – Esteban se echó a reír, mientras los soldados uniformados
detenían a Matías y se lo llevaban a rastras de la habitación – Debí decirte
antes, querido amigo, que siempre fui un ferviente admirador de Adolf. Así que
fui al pasado y puse balas de fogueo en tu pistola para evitar tu horrendo
crimen. Después… unos toques aquí y allá… y la historia de la humanidad cambió
por completo.
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