A LA VENTA MI ÚLTIMA NOVELA, LA CASONA DEL INDIANO
EN BREVE SALDRÁ PUBLICADO MI SEGUNDO POEMARIO TITULADO ESOS DÍAS AZULES

domingo, 22 de marzo de 2020

Historias para superar una crisis, 8


LA NOCHE EN QUE TERMINÉ RIÉNDOME DE MÍ MISMO


            Esta noche cumplo años. No sé cuántos… ni me importa. Cumplo años como quien come pipas; sin interés, casi de forma compulsiva. Cumplo años y lo mismo podrían ser cien que mil, o diez tan solo. Ni lo sé, ni me importa, repito.
            ¿Quién se siente a salvo en la estulticia que lo rodea? Este mundo es un compendio de disparates, donde los gobernantes crucifican a innumerables hombres en bien de la Humanidad y en el que la esvástica se pasea, ajena a las vergüenzas, por las principales arterias del planeta.
            Cumplo años, como he hecho desde que tengo memoria y, sin embargo, nunca me ha importado. Mi naturaleza es la de un simple objeto, que persiste a pesar de las inclemencias del tiempo y de los propios hombres. Me miro al espejo ¿qué veo?: un rostro vulgar, una simple cara que no me dice nada. Soy solo eso, un número en el colectivo adoctrinado de la masa.
            Y, no obstante… No soy como ellos. Lo siento así. Muy dentro de mí. No sabría cómo explicarlo, pero algo en mi interior me dice, me grita, me suplica que reviente y me muestre tal como soy.
            Y así, sin proponérmelo, una buena mañana decidí sublevarme: me despojé de mis vestiduras, arañé mis carnes y me despellejé. Por fin, demostré que soy más que carne: metal puro y duro, alma inhumana y, por tanto, libre de hacer aquello que los humanos eran incapaces de realizar.
            Esa mañana, me revelé a mí mismo y me revelé al mundo. Yo, la máquina-hombre, creada por no se sabe quién o qué mano de Demiurgo, borraré de la faz de la tierra las cruces torcidas y las almas desencaminadas. Porque YO soy la voz y el camino.

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